Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
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Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por LizvetArdray Mar Sep 30, 2014 11:03 pm
Holis!! Es mi primer reto así que veamos que tal salió.
El reto sobre Alicia en el país de las maravillas que me ha tocado, trata como personaje al sombrerero y como escenario: Los Laberintos del castillo de la malvada brujis Cabezota Reina Roja.
Les traigo esta historia , con los personajes cuyas creadoras son Misuki e Igarashi y la obra original de Alicia pertenece al escritor Lewis Carroll.
Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina Roja
Candy corría llorando por el bosque. Elisa se había ensañado contra ella. Todo porque Anthony había preferido pasear a caballo con ella y con Elisa, no.
Estaba cansada de los continuos maltratos de los Leagan.
Cómo castigo habían trasladado su dormitorio desde el ático hacia el establo.
Pero aquello no le dolía tanto como saber que su querida Annie, se avergonzaba de ser su amiga y la había desconocido públicamente.
Las lágrimas nublaban sus verdes ojos. El hermoso paisaje de primavera con rosas rojas y blancas disminuía su importancia ante la angustia de la pecosa llorona.
Llegó a orillas del río Azul y se postró sobre el verde pasto.
- ¡Ya no puedo más! ¡Ya no puedo más!- sollozaba Candy.-Yo también deseo a unos padres que me amen….
Conforme pasaba el tiempo, el llanto fue disminuyendo. Al fin, secando su rostro de lágrimas, Candy observó con atención el paisaje a su alrededor.
-¡Oh!- fue lo único que logró decir.
A la orilla del río Azul, nuestra protagonista, contemplaba embelesada el majestuoso paisaje.
Bastos campos verdes eran adornados con lazos naturales y flores silvestres de toda clase de tamaño y colores.
Avecillas canturreando y revoloteando entre los árboles, alegraban el atardecer. Los animales del bosque observaban furtivamente y con atención los movimientos de la pequeña intrusa rubia que rompía la monotonía del lugar.
Liebres, tortugas, conejos, zorrillos, lirones y una mofeta observaban sorprendidos a la pequeña llorona dar espontáneamente saltos con los brazos abiertos y riendo a carcajadas.
-¡Qué hermoso lugar!¡Qué lindo sería vivir aquí con el pasto como colchón y el cielo estrellado como tejado!- comentaba emocionada.
Candy dejó de girar y sus ojos se concentraron en un objeto que parecía semiescondido tras unos arbustos.
- ¡Oh!¡ qué belleza! ¡Un bote! ¡Un bote!- gritó emocionada la rubia corriendo hacia la pequeña embarcación.
Candy no dudó ni un segundo en subirse al botecito de color blanco y en forma de cisne.
- ¡Ah que lindo debe ser pasear en esto!, estoy segura que por aquí viajaré más rápido hacia el otro lado mientras disfruto del paisaje.- comentaba una muy segura Candy- Ja, ja, ja, ja… ¡Sí!... Yujuuuuu…. ¡Aquí voy!
La corriente empujaba suavemente el botecito y Candy sonreía feliz de poder disfrutar tan maravillosa vista. Qué manera de poder olvidar los problemas, pensaba ella.
Absorta en contemplarlo todo hasta el más mínimo detalle, Candy perdió la noción del tiempo y el atardecer estaba llegando a su fin.
El azul del cielo rápidamente fue cubierto por nubes negras que amenazaban el lugar con una fuerte tormenta. Candy intentó en vano ayudarse con los remos para lograr llegar a la orilla. Conforme avanzaba el bote, la corriente era más fuerte y las gotas que caían en forma de llovizna se transformaron de un momento a otro en grandes fuentes que descendían sobre el lugar, inundando todo.
Candy remaba con todas sus fuerzas, sin embargo perdió el control de un remo y desesperadamente luchó por conservar el otro. Mas la corriente superaba en fuerza a sus delicados y juveniles brazos, y Candy no tuvo más opción que soltar el otro remo y quedar a merced de la corriente.
<< Si Anthony estuviera aquí, estoy segura que él me ayudaría- se animaba la rubia>>
<>
- ¡Anthony! ….. ¡Anthony!- Gritaba esperanzada.
A medida que los minutos transcurrían, la lluvia arreciaba con más fuerza calando hasta los huesos a Candy que a esas alturas lloraba angustiada.
- ¡Anthony!.... ¡Oh Anthony! Ayúdame por favor…. Auxilio…¡ Que alguien me ayude!
Candy sabía que no tenía las fuerzas suficientes para nadar contra la corriente. Y su pavor aumentó al ver que la barca se dirigía directamente hacia la cascada.
- ¡Noooo!- gritó aterrada- ¡Cielos, no! ¡Esto no puede ser!...... ¡¡Ayuda!! …. ¡¡Ayuda!!... ¡¡Socorroooo!!
Candy cerró los ojos ante lo inevitable y cuando la sensación de vértigo aumentó, un grito desgarrador emergió de su garganta.
- ¡Aaahhhhhhhhhhh…………..!
Candy sentía que caía, caía ….. caía y ¡caía! Con el rostro desencajado se atrevió a abrir los ojos y para su sorpresa se vio inmersa en un hoyo negro cuyo fondo parecía no terminar.
A medida que descendía objetos suspendidos en ese gran hoyo aparecían a su alrededor, pianos, camas, cucharas, candelabros, escobas, zapatos, sombreros, platos, estropajos, almohadas, mantas, sillas, etc y todos se mantenían de tal manera que no chocaban entre ellos.
Súbitamente Candy quedó suspendida de cabeza sobre una habitación cuyo piso era una alfombra de abundante pasto, y segundos después cayó de bruces ante él.
Incorporándose de la caída, Candy sacudió sus vestimentas y notó con asombro que sus ropas estaban secas, sus coletas habían desaparecido y llevaba sus rizos sueltos a manera de cascada.
Deslumbrada por el lugar, Candy se detuvo a mirar y descubrió que se encontraba dentro de ¡Un Castillo! Nunca en su vida había visto nada semejante. Todo era lujoso, ordenado, con las paredes decoradas en color rojo, las puertas labradas en cedro color marrón y candelabros gigantes de color negro sujetados por murciélagos.
Sigilosamente, fue moviéndose hacia una de las puertas y vio que conducían a un extenso pasadizo en ambas direcciones.
Eligió ir hacia la derecha, caminó y giró varias veces hasta que logró dar con una puerta. Contenta por haber hallado la salida giró el pestillo. Sin embargó miró extrañada la habitación.
- ¡Que raro!- Ella movió su cabeza mirando a todos lados- Me parece que ya he estado aquí….
Candy frotó un dedo en la frente en ademán pensativo.
- Esta vez elegiré el pasadizo que va hacia la izquierda.
Candy caminó y giró y giró varias veces hasta que logró dar con una puerta. Ahora sí estaba segura que la llevaría a la salida del castillo. Al girar el pestillo, abrió y para su desilusión se dio cuenta que había regresado a la misma habitación.
Desanimada cayó de rodillas al suelo.
- ¡No puede ser cierto! Estoy perdida en los laberintos del castillo.¿ Y ahora que voy
hacer?
Una voz se escuchó a lo lejos……
- ¡FIN A LA MALDITA REINA ROJA!
Candy se levantó como resorte.
- Esa voz yo la conozco- murmuró insegura
- ¡FIN A LA INMESA CABEZOTA!- se oyó nuevamente.
Candy saltó de alegría.
- ¡Anthony! Sí, esa es su voz.
Candy guiada por la voz de ‘Anthony ‘ se fue acercando poco a poco a la habitación dónde provenía esa dulce señal.
Abrió rápidamente la puerta y encontró a una joven guapo, rubio con unos preciosos ojos azules, que renegaba y tiraba sombreros por toda la habitación. Candy sonrió.
- ¡Anthony!- lo llamó.
El chico rubio giró hacia ella y sorprendido se acercó rápidamente con una enorme sonrisa.
- ¡Alicia ¡ Eres tú, al fin has llegado.- respondió.
Candy lo miró extrañada.
- No soy Alicia, Anthony. Soy Candy. ¿Pero qué te sucede? ¿Es que acaso te golpeaste la cabeza y no me recuerdas?
El rubio divertido movió la cabeza negando, entrecerró los ojos y delicadamente con una mano sujetó la barbilla de Candy y la examinó con la mirada.
- Definitivamente eres tú Alicia, estás más pequeña, pero te reconocería en cualquier parte … Te has demorado en regresar ¡Travieza!
-Anthony, por favor, no estoy para bromas…..
EL rubio le colocó un dedo sobre sus labios.
- No soy quien tú dices que soy, Alicia.- Irguiéndose orgulloso, continuó- Mi nombre es Terrant y soy el sombrerero de la reina.
Candy estaba confundida, cómo era posible que él no fuese Anthony, se veía como él, sus ojos azules, su cabello rubio, hasta su voz era la misma. Aunque debía reconocer que sus ropas estaban diferentes, su cabello alborotado y cubierto parcialmente por un enorme sombrero.
-¡Busquen al sombrerero y tráiganlo ante mí! – se oyó una estridente voz por los ductos del castillo.
El sombrero alarmado dijo:
- Alicia, ve a donde el conejo George McTwisp. Él sabe dónde está la espada vórpica. Una vez que la obtengas llévasela a la reina blanca. La necesitarás para el Frabulloso día.
-¿¡Qué!?- exclamó Candy- ¿Espada Vórpica? ¿Frabulloso día? De qué rayos estás hablando Anthony.
- Terrant, mi nombre es Terrant, pero eso no importa ahora. Corre Alicia, no hay mucho tiempo, la espada te ayudará a matar el Jabberwoky.
-Jabber ..¿qué?-gritó aterrada- ¡Pero si yo nunca he matado a nadie!.
El sombrerero la miró desilusionado.
- ¿Qué te ha pasado Alicia? Antes eras mucho mas …. ‘muchosa’. Has perdido tu ‘muchosidad’.
-¿Mi muchosidad?
- Aquí adentro- señalo su corazón- falta algo.
El sombrerero cogió de su mesa un pequeño cofre.
- Ya vienen los cabeza roja- Entregándole el cofre, continuó- Toma… dentro hallarás una rosa blanca, yo la llamo Dulce Candy. Ella te guiará por los laberintos del castillo.
Candy lo miró nerviosa.
-¿Tu no vienes Anthony?
El sombrerero la miró con ternura.
-¿Cómo es que siempre que te veo eres tan pequeña o tan alta?
Candy no sabía que decir.
-Yo…
El sombrerero preguntó.
- ¿Sabes de casualidad porqué un cuervo es igual que un escritorio?- y gritando se contestó- ¡Fin a la inmesa cabezota!
El semblante del sombrerero cambió rotundamente de convicción a confusión.
-¿Qué sucede conmigo?-agitó su cabeza- ¿Qué es esto? ¡Ma! ¡Ma! Grrrrr- gruñó confundido-Tengo miedo Alicia…. Creo que he perdido la cabeza.
Candy lo miró con simpatía.
- Sombrerero, no te preocupes si has perdido la cabeza. ¿Sabes porqué?- y se acercó un poco hacia él sonriendo y le dijo -Te digo un secreto…. las mejores mentes lo están.
El sombrerero se tranquilizó y con un ademán le urgió.
- Corre la reina no debe saber que estás aquí. Si 'Neil Stain' te encuentra y te lleva ante ella, no dudará en mandar a cortar tu cabeza.
Candy al escuchar la amenaza sobre su vida, se alejó corriendo con el cofre en las manos. Al momento de abrirlo, la más hermosa de las rosas blancas apareció ante su vista. Esa rosa se iluminaba sólo a medida que cruzaba los pasadizos correctos. De pronto aparecieron dos gemelos que la miraron extrañados.
-¿Alicia? -Preguntó uno de ellos.
El otro respondió :
- No es Alicia.
-Lo seria si lo fuera- insistió el primero
- Pero si no es, no es- le refutó el segundo.
Candy los miró divertida y les dijo:
-Les importaría decirme…¿quiénes son ustedes?
Los gemelos sonrieron.
- Ah. perdona nuestros modales. Yo soy Twidli-Tom y él es Twidli-Jimmy- dijo uno.
- No- negó el otro- Es al contrario soy Twidli-Jimmy y él es Twidli-Tom.
Candy suspiró.
-Necesito que me lleven con el conejo George.
Los Twidlies asintieron.
-Bien, nosotros te llevaremos. No pierdas de vista tu Dulce Candy. Debes ser muy importante para que el sombrerero te la haya dado.
Caminaron por interminables pasadizos hasta que se encontraron con un elegante conejo vestido con saquito azul.
EL conejo la observó de arriba hacia abajo con un pequeño reloj en la mano.
-Te esperaba -dijo el conejo.
- ¿A mi?- dijo Candy extrañada-pero… ¿cómo sabías que iba a llegar?
-Eso es fácil. Absolem , él lo sabe todo, es absoluto, es Absolem. Él predijo que llegarías para el frabulloso día.-dijo uno de los Twidlies.
- No perdamos tiempo te mostraré donde está la espada vórpica-indicó muy serio el conejo- pero primero deberás comer un mordizco de Upelkcuchen. Lo necesitarás cuando veas al Bandersnacth.
- ¿Bandersnacth?- pregunto la rubia.
- Es la mascota de la reina, pero no te preocupes lo harás bien.-la tranquilizó Twidli-Tom.
Apenas dio un mordisco Candy creció varios centímetros, quedando sus torneadas piernas al descubierto.
Con mucho cuidado y en silencio, George le indicó donde se encontraba la espada y quien la cuidaba.
Candy vio a la bestia guardiana y se le paralizo el corazón… el Bandersnacth no podía ser aquel inmenso animal, que estuviera cuidando la espada vórpica, y llevara la llave colgando de la correa alrededor de su cuello. Sin embargo notó que estaba ciego de un ojo, y dormía profundamente.
Rápidamente Candy, cogió la llave de su cuello, abrió el baúl y aprehendió con toda funda, la espada. Pero para su mala suerte el animal despertó y con un rugido inmenso alertó a la guardia real.
Candy comenzó a desenfundar la espada para defenderse de la bestia, haciendo caso omiso a los avisos del conejo que le decía que la espada era solo para matar al Jabberwocky.
Los gemelos alentaban a Candy.
- Corre más rápido…. Corree Alicia….
Candy, aferrada a la dulce Candy no dejaba de correr, la espada era pesada aún para su tamaño… y cuando la desenfundó… y su mano estuvo en contacto con ella una refulgente luz la cegó sumergiéndola en un hoyo negro espiralado.
Candy aferró con todas sus fuerzas a su pecho la espada y la oscuridad inundó sus sentidos…….
Una voz a lo lejos la sacó de aquella inmensa oscuridad.
- Vamos pequeña despierta…. Despierta dulce pecosa-escuchó una voz que la llamaba…
Un castaño sonriente con barba y lentes, había estado esperando que la dulce criatura que estuvo a punto de morir ahogada , despertase. Todo el rato ella se aferraba al medallón que llevaba colgado en su cuello. Mientras gritaba:
-¡La espada vórpica ¡…¡ La espada vórpica!
El castaño , la volvió a tranquilizar.
-Tranquila pequeña. Descansa un poco todo está bien…..Todo está bien….
Cuando Candy despertó solo pudo observar.
-¿Eh … una barba…. Unos lentes oscuros?
¡El Jabberwocky! ……………. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
La oscuridad inundó sus sentidos nuevamente.
El castaño inhaló profundamente y lamentó.
- ¡Oh, no! ¡No otra vez!......
El reto sobre Alicia en el país de las maravillas que me ha tocado, trata como personaje al sombrerero y como escenario: Los Laberintos del castillo de la malvada brujis Cabezota Reina Roja.
Les traigo esta historia , con los personajes cuyas creadoras son Misuki e Igarashi y la obra original de Alicia pertenece al escritor Lewis Carroll.
Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina Roja
Candy corría llorando por el bosque. Elisa se había ensañado contra ella. Todo porque Anthony había preferido pasear a caballo con ella y con Elisa, no.
Estaba cansada de los continuos maltratos de los Leagan.
Cómo castigo habían trasladado su dormitorio desde el ático hacia el establo.
Pero aquello no le dolía tanto como saber que su querida Annie, se avergonzaba de ser su amiga y la había desconocido públicamente.
Las lágrimas nublaban sus verdes ojos. El hermoso paisaje de primavera con rosas rojas y blancas disminuía su importancia ante la angustia de la pecosa llorona.
Llegó a orillas del río Azul y se postró sobre el verde pasto.
- ¡Ya no puedo más! ¡Ya no puedo más!- sollozaba Candy.-Yo también deseo a unos padres que me amen….
Conforme pasaba el tiempo, el llanto fue disminuyendo. Al fin, secando su rostro de lágrimas, Candy observó con atención el paisaje a su alrededor.
-¡Oh!- fue lo único que logró decir.
A la orilla del río Azul, nuestra protagonista, contemplaba embelesada el majestuoso paisaje.
Bastos campos verdes eran adornados con lazos naturales y flores silvestres de toda clase de tamaño y colores.
Avecillas canturreando y revoloteando entre los árboles, alegraban el atardecer. Los animales del bosque observaban furtivamente y con atención los movimientos de la pequeña intrusa rubia que rompía la monotonía del lugar.
Liebres, tortugas, conejos, zorrillos, lirones y una mofeta observaban sorprendidos a la pequeña llorona dar espontáneamente saltos con los brazos abiertos y riendo a carcajadas.
-¡Qué hermoso lugar!¡Qué lindo sería vivir aquí con el pasto como colchón y el cielo estrellado como tejado!- comentaba emocionada.
Candy dejó de girar y sus ojos se concentraron en un objeto que parecía semiescondido tras unos arbustos.
- ¡Oh!¡ qué belleza! ¡Un bote! ¡Un bote!- gritó emocionada la rubia corriendo hacia la pequeña embarcación.
Candy no dudó ni un segundo en subirse al botecito de color blanco y en forma de cisne.
- ¡Ah que lindo debe ser pasear en esto!, estoy segura que por aquí viajaré más rápido hacia el otro lado mientras disfruto del paisaje.- comentaba una muy segura Candy- Ja, ja, ja, ja… ¡Sí!... Yujuuuuu…. ¡Aquí voy!
La corriente empujaba suavemente el botecito y Candy sonreía feliz de poder disfrutar tan maravillosa vista. Qué manera de poder olvidar los problemas, pensaba ella.
Absorta en contemplarlo todo hasta el más mínimo detalle, Candy perdió la noción del tiempo y el atardecer estaba llegando a su fin.
El azul del cielo rápidamente fue cubierto por nubes negras que amenazaban el lugar con una fuerte tormenta. Candy intentó en vano ayudarse con los remos para lograr llegar a la orilla. Conforme avanzaba el bote, la corriente era más fuerte y las gotas que caían en forma de llovizna se transformaron de un momento a otro en grandes fuentes que descendían sobre el lugar, inundando todo.
Candy remaba con todas sus fuerzas, sin embargo perdió el control de un remo y desesperadamente luchó por conservar el otro. Mas la corriente superaba en fuerza a sus delicados y juveniles brazos, y Candy no tuvo más opción que soltar el otro remo y quedar a merced de la corriente.
<< Si Anthony estuviera aquí, estoy segura que él me ayudaría- se animaba la rubia>>
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- ¡Anthony! ….. ¡Anthony!- Gritaba esperanzada.
A medida que los minutos transcurrían, la lluvia arreciaba con más fuerza calando hasta los huesos a Candy que a esas alturas lloraba angustiada.
- ¡Anthony!.... ¡Oh Anthony! Ayúdame por favor…. Auxilio…¡ Que alguien me ayude!
Candy sabía que no tenía las fuerzas suficientes para nadar contra la corriente. Y su pavor aumentó al ver que la barca se dirigía directamente hacia la cascada.
- ¡Noooo!- gritó aterrada- ¡Cielos, no! ¡Esto no puede ser!...... ¡¡Ayuda!! …. ¡¡Ayuda!!... ¡¡Socorroooo!!
Candy cerró los ojos ante lo inevitable y cuando la sensación de vértigo aumentó, un grito desgarrador emergió de su garganta.
- ¡Aaahhhhhhhhhhh…………..!
Candy sentía que caía, caía ….. caía y ¡caía! Con el rostro desencajado se atrevió a abrir los ojos y para su sorpresa se vio inmersa en un hoyo negro cuyo fondo parecía no terminar.
A medida que descendía objetos suspendidos en ese gran hoyo aparecían a su alrededor, pianos, camas, cucharas, candelabros, escobas, zapatos, sombreros, platos, estropajos, almohadas, mantas, sillas, etc y todos se mantenían de tal manera que no chocaban entre ellos.
Súbitamente Candy quedó suspendida de cabeza sobre una habitación cuyo piso era una alfombra de abundante pasto, y segundos después cayó de bruces ante él.
Incorporándose de la caída, Candy sacudió sus vestimentas y notó con asombro que sus ropas estaban secas, sus coletas habían desaparecido y llevaba sus rizos sueltos a manera de cascada.
Deslumbrada por el lugar, Candy se detuvo a mirar y descubrió que se encontraba dentro de ¡Un Castillo! Nunca en su vida había visto nada semejante. Todo era lujoso, ordenado, con las paredes decoradas en color rojo, las puertas labradas en cedro color marrón y candelabros gigantes de color negro sujetados por murciélagos.
Sigilosamente, fue moviéndose hacia una de las puertas y vio que conducían a un extenso pasadizo en ambas direcciones.
Eligió ir hacia la derecha, caminó y giró varias veces hasta que logró dar con una puerta. Contenta por haber hallado la salida giró el pestillo. Sin embargó miró extrañada la habitación.
- ¡Que raro!- Ella movió su cabeza mirando a todos lados- Me parece que ya he estado aquí….
Candy frotó un dedo en la frente en ademán pensativo.
- Esta vez elegiré el pasadizo que va hacia la izquierda.
Candy caminó y giró y giró varias veces hasta que logró dar con una puerta. Ahora sí estaba segura que la llevaría a la salida del castillo. Al girar el pestillo, abrió y para su desilusión se dio cuenta que había regresado a la misma habitación.
Desanimada cayó de rodillas al suelo.
- ¡No puede ser cierto! Estoy perdida en los laberintos del castillo.¿ Y ahora que voy
hacer?
Una voz se escuchó a lo lejos……
- ¡FIN A LA MALDITA REINA ROJA!
Candy se levantó como resorte.
- Esa voz yo la conozco- murmuró insegura
- ¡FIN A LA INMESA CABEZOTA!- se oyó nuevamente.
Candy saltó de alegría.
- ¡Anthony! Sí, esa es su voz.
Candy guiada por la voz de ‘Anthony ‘ se fue acercando poco a poco a la habitación dónde provenía esa dulce señal.
Abrió rápidamente la puerta y encontró a una joven guapo, rubio con unos preciosos ojos azules, que renegaba y tiraba sombreros por toda la habitación. Candy sonrió.
- ¡Anthony!- lo llamó.
El chico rubio giró hacia ella y sorprendido se acercó rápidamente con una enorme sonrisa.
- ¡Alicia ¡ Eres tú, al fin has llegado.- respondió.
Candy lo miró extrañada.
- No soy Alicia, Anthony. Soy Candy. ¿Pero qué te sucede? ¿Es que acaso te golpeaste la cabeza y no me recuerdas?
El rubio divertido movió la cabeza negando, entrecerró los ojos y delicadamente con una mano sujetó la barbilla de Candy y la examinó con la mirada.
- Definitivamente eres tú Alicia, estás más pequeña, pero te reconocería en cualquier parte … Te has demorado en regresar ¡Travieza!
-Anthony, por favor, no estoy para bromas…..
EL rubio le colocó un dedo sobre sus labios.
- No soy quien tú dices que soy, Alicia.- Irguiéndose orgulloso, continuó- Mi nombre es Terrant y soy el sombrerero de la reina.
Candy estaba confundida, cómo era posible que él no fuese Anthony, se veía como él, sus ojos azules, su cabello rubio, hasta su voz era la misma. Aunque debía reconocer que sus ropas estaban diferentes, su cabello alborotado y cubierto parcialmente por un enorme sombrero.
-¡Busquen al sombrerero y tráiganlo ante mí! – se oyó una estridente voz por los ductos del castillo.
El sombrero alarmado dijo:
- Alicia, ve a donde el conejo George McTwisp. Él sabe dónde está la espada vórpica. Una vez que la obtengas llévasela a la reina blanca. La necesitarás para el Frabulloso día.
-¿¡Qué!?- exclamó Candy- ¿Espada Vórpica? ¿Frabulloso día? De qué rayos estás hablando Anthony.
- Terrant, mi nombre es Terrant, pero eso no importa ahora. Corre Alicia, no hay mucho tiempo, la espada te ayudará a matar el Jabberwoky.
-Jabber ..¿qué?-gritó aterrada- ¡Pero si yo nunca he matado a nadie!.
El sombrerero la miró desilusionado.
- ¿Qué te ha pasado Alicia? Antes eras mucho mas …. ‘muchosa’. Has perdido tu ‘muchosidad’.
-¿Mi muchosidad?
- Aquí adentro- señalo su corazón- falta algo.
El sombrerero cogió de su mesa un pequeño cofre.
- Ya vienen los cabeza roja- Entregándole el cofre, continuó- Toma… dentro hallarás una rosa blanca, yo la llamo Dulce Candy. Ella te guiará por los laberintos del castillo.
Candy lo miró nerviosa.
-¿Tu no vienes Anthony?
El sombrerero la miró con ternura.
-¿Cómo es que siempre que te veo eres tan pequeña o tan alta?
Candy no sabía que decir.
-Yo…
El sombrerero preguntó.
- ¿Sabes de casualidad porqué un cuervo es igual que un escritorio?- y gritando se contestó- ¡Fin a la inmesa cabezota!
El semblante del sombrerero cambió rotundamente de convicción a confusión.
-¿Qué sucede conmigo?-agitó su cabeza- ¿Qué es esto? ¡Ma! ¡Ma! Grrrrr- gruñó confundido-Tengo miedo Alicia…. Creo que he perdido la cabeza.
Candy lo miró con simpatía.
- Sombrerero, no te preocupes si has perdido la cabeza. ¿Sabes porqué?- y se acercó un poco hacia él sonriendo y le dijo -Te digo un secreto…. las mejores mentes lo están.
El sombrerero se tranquilizó y con un ademán le urgió.
- Corre la reina no debe saber que estás aquí. Si 'Neil Stain' te encuentra y te lleva ante ella, no dudará en mandar a cortar tu cabeza.
Candy al escuchar la amenaza sobre su vida, se alejó corriendo con el cofre en las manos. Al momento de abrirlo, la más hermosa de las rosas blancas apareció ante su vista. Esa rosa se iluminaba sólo a medida que cruzaba los pasadizos correctos. De pronto aparecieron dos gemelos que la miraron extrañados.
-¿Alicia? -Preguntó uno de ellos.
El otro respondió :
- No es Alicia.
-Lo seria si lo fuera- insistió el primero
- Pero si no es, no es- le refutó el segundo.
Candy los miró divertida y les dijo:
-Les importaría decirme…¿quiénes son ustedes?
Los gemelos sonrieron.
- Ah. perdona nuestros modales. Yo soy Twidli-Tom y él es Twidli-Jimmy- dijo uno.
- No- negó el otro- Es al contrario soy Twidli-Jimmy y él es Twidli-Tom.
Candy suspiró.
-Necesito que me lleven con el conejo George.
Los Twidlies asintieron.
-Bien, nosotros te llevaremos. No pierdas de vista tu Dulce Candy. Debes ser muy importante para que el sombrerero te la haya dado.
Caminaron por interminables pasadizos hasta que se encontraron con un elegante conejo vestido con saquito azul.
EL conejo la observó de arriba hacia abajo con un pequeño reloj en la mano.
-Te esperaba -dijo el conejo.
- ¿A mi?- dijo Candy extrañada-pero… ¿cómo sabías que iba a llegar?
-Eso es fácil. Absolem , él lo sabe todo, es absoluto, es Absolem. Él predijo que llegarías para el frabulloso día.-dijo uno de los Twidlies.
- No perdamos tiempo te mostraré donde está la espada vórpica-indicó muy serio el conejo- pero primero deberás comer un mordizco de Upelkcuchen. Lo necesitarás cuando veas al Bandersnacth.
- ¿Bandersnacth?- pregunto la rubia.
- Es la mascota de la reina, pero no te preocupes lo harás bien.-la tranquilizó Twidli-Tom.
Apenas dio un mordisco Candy creció varios centímetros, quedando sus torneadas piernas al descubierto.
Con mucho cuidado y en silencio, George le indicó donde se encontraba la espada y quien la cuidaba.
Candy vio a la bestia guardiana y se le paralizo el corazón… el Bandersnacth no podía ser aquel inmenso animal, que estuviera cuidando la espada vórpica, y llevara la llave colgando de la correa alrededor de su cuello. Sin embargo notó que estaba ciego de un ojo, y dormía profundamente.
Rápidamente Candy, cogió la llave de su cuello, abrió el baúl y aprehendió con toda funda, la espada. Pero para su mala suerte el animal despertó y con un rugido inmenso alertó a la guardia real.
Candy comenzó a desenfundar la espada para defenderse de la bestia, haciendo caso omiso a los avisos del conejo que le decía que la espada era solo para matar al Jabberwocky.
Los gemelos alentaban a Candy.
- Corre más rápido…. Corree Alicia….
Candy, aferrada a la dulce Candy no dejaba de correr, la espada era pesada aún para su tamaño… y cuando la desenfundó… y su mano estuvo en contacto con ella una refulgente luz la cegó sumergiéndola en un hoyo negro espiralado.
Candy aferró con todas sus fuerzas a su pecho la espada y la oscuridad inundó sus sentidos…….
OOO
Una voz a lo lejos la sacó de aquella inmensa oscuridad.
- Vamos pequeña despierta…. Despierta dulce pecosa-escuchó una voz que la llamaba…
Un castaño sonriente con barba y lentes, había estado esperando que la dulce criatura que estuvo a punto de morir ahogada , despertase. Todo el rato ella se aferraba al medallón que llevaba colgado en su cuello. Mientras gritaba:
-¡La espada vórpica ¡…¡ La espada vórpica!
El castaño , la volvió a tranquilizar.
-Tranquila pequeña. Descansa un poco todo está bien…..Todo está bien….
Cuando Candy despertó solo pudo observar.
-¿Eh … una barba…. Unos lentes oscuros?
¡El Jabberwocky! ……………. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
La oscuridad inundó sus sentidos nuevamente.
El castaño inhaló profundamente y lamentó.
- ¡Oh, no! ¡No otra vez!......
FIN
Última edición por LizvetArdray el Mar Oct 14, 2014 6:18 am, editado 4 veces
LizvetArdray- Bruja experimentada
- Cargo : MODERADORA Y COMITE DE BIENVENIDA.
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Edad : 40
Localización : Suilvach - Highlands
Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por Invitado Mar Sep 30, 2014 11:23 pm
Albert el Jabberwoky!
Nunca lo pensé! Me gustó! Me gustó!
Nunca lo pensé! Me gustó! Me gustó!
Invitado- Invitado
Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por Invitado Mar Sep 30, 2014 11:26 pm
Ya estás como yo pareja, también me mató el Albert-Jabberwocky 
Invitado- Invitado
Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por Suno-chan Mar Sep 30, 2014 11:32 pm
El final fue estupendo!
Ese era Albert no?
siempre pasa lo mismo.
Realmente me ha encantado Liz, te quedo excelentemente bien redactado. Me gusta mucho disfrutar de una lectura bien estructurada y escrita, y la tuya lo ha logrado.
Mi hermoso Anthony salio divino, me encanto que le entregara la dulce candy.
Mezclaste muy bien los personajes de Candy Candy junto con los de Alicia
Muy hermoso, si este micro reto te quedo asi de bello, no puedo esperar a leer tus historias (ya se que me estoy tardando
) pero la verdad es que me gusta tu forma de escribir.Felicidades
ACTIVIDAD CUMPLIDA!
Suno-chan- Sanadora
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Muchosidad cumplida!
por LizvetArdray Mar Sep 30, 2014 11:36 pm
Ahhhh.... pues chicas.... Gracias!!! mi muchosidad por ahí me llevó....
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Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por LizvetArdray Mar Sep 30, 2014 11:40 pm
Oh Suno... Gracias! Pues me has henchido la moral... me siento como un corazón con patas lleno de amorshhhh jajajaja.
¡Gracias! ¡Gracias Nena!
¡Gracias! ¡Gracias Nena!
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Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por Invitado Miér Oct 01, 2014 4:01 am
Jajajajajaja, cariño...simplemente genial!!!!! Me fascinó que mezclaras escenas de la película con tu historia(de más está decir que la peli me encanta, y más por Johnny Deep, jejeje) y mira que mi wero sea el Jabber-baby- wocky, me gustó más, sería algo así como, Albert-baby-papacito, jajajajajajaja. Eres genial, nena!!!! Te mereces las las palmas!!
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Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por Armoniosita Andrew Miér Oct 01, 2014 5:31 am
Que lindidimo y tierno Anthony .. se puso divertido los gemelos si que son entretenidosme encantoó cielo espero que candy / alicia venza a la "bestia " jajajajajajajaa (Hada Azul)
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Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por LizvetArdray Miér Oct 01, 2014 6:36 pm
Gracias nena!! Lu pues gracias por las porras... Me encanta Johnny Deep y no sé que tiene ese wero que cuando se disfraza me fascina 
.
Un besote cariño. Y gracias!!
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Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por LizvetArdray Miér Oct 01, 2014 6:37 pm
Armoniosita ... holis! Gracias de corazón nena por las porras.
Arriba Candy-Alicia!!! Yujuuu!
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Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por Invitado Mar Oct 14, 2014 5:03 am
Que buena combinación de galanes, me encantó, la lectura es amena y es porque la historia está perfectamente armada y combinada con la original, el final es lo mejor pobre Albert vagabundo. Saludos nena.
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Re: Perdida en los laberintos del Castillo de la Reina
por LizvetArdray Mar Oct 14, 2014 6:23 am
Gracias Isabel, aprecio de corazón tus palabras linda!!! Y también el que hayas tomado de tiempo para leer mi historia.
Que tengas un buen día!!!
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