El pasado regresa

por Invitado Lun Sep 15, 2014 11:26 pm

Este fic lo voy a empezar a poner aquí para estrenar el espacio, pero en realidad tanto Tom como Patty son protagonistas, así que señoritas moderadoras si creen que es necesario moverlo, adelante.

El pasado regresa

Apenas comenzaba la primavera de 1940 y la vida comenzaba a despertar en los campos de Illinois. Tom Stevens se dirigía cabalgando a su hogar, ubicado en medio de la vasta propiedad que había heredado de su padre y que él se había encargado de ampliar y hacer prosperar. Caía la tarde y su jornada había terminado, lo animaba la perspectiva de una deliciosa cena rodeado de su esposa y sus hijos, después seguiría un baño tibio, tal vez escuchar un poco el radio y terminar el día en brazos de su esposa. Tom sonrió, definitivamente no se podía quejar, sus negocios iban bien, podía mantener a su familia con holgura sin embargo sus hijos trabajaban siempre con ahínco y eran sencillos, su esposa estaba siempre activa y sonriente y le gustaba recordarle que lo amaba. Pronto cumplirían veintitrés años de casados, siempre le regalaba algo o la llevaba de paseo para celebrar, debía pensar qué hacer este año.

Esos lindos pensamientos ocupaban su mente cuando llegó a su casa, enfiló al establo para acomodar su caballo, uno de los trabajadores se ofreció a ayudarlo y aceptó, no quería esperar para entrar a su casa. Abrió la puerta, se quitó el sombrero y lo puso en el perchero, nadie se acercó a recibirlo, lo cual le extrañó mucho. Inmediatamente escuchó a alguien bajar las escaleras de prisa, apareció su hija, una linda joven de veinte años y aspecto saludable, cabello castaño y facciones redondeadas, como sus curvas, las cuales eran notorias aún con el activo estilo de vida que llevaba en la granja.

–Papi –dijo con voz entrecortada la chica y le dio un beso en la mejilla.

–Martha, hijita –él respondió al beso de su hija y la abrazó– ¿Dónde están los demás?

–Henry no ha llegado, y… –la chica hizo una pausa, suspiró, tomó aire como si tomara fuerzas y continuó–, Alexander llegó más temprano y… discutió con mamá… ella se alteró mucho, le gritó y lloró, él salió muy enojado, tomó a su caballo y se fue a todo galope… mamá se encerró en su cuarto y no me deja pasar pero puedo escuchar que ha estado llorando mucho… –la chica se enjugó un par de lágrimas y siguió–, papi nunca los había visto así.

Tom dio otro beso a su hija y se dirigió a su alcoba. La puerta tenía llave, llamó y nadie respondió, preocupado sacó su llave y abrió, quizá era la primera vez que la usaba, solo la cerraban por dentro cuando ambos querían algo de privacidad. La habitación estaba en penumbras, el sol se estaba poniendo y no había ninguna luz encendida, accionó el interruptor y lo sorprendió ver a su esposa sentada en el suelo, recargada en la cama, con una mano sostenía un par de muñecos que no había visto en años y, aunque parecía dormida, era evidente que había llorado mucho.

–Patty, Patty –dijo mientras se acercaba a ella dando grandes zancadas–, mi amor ¿qué pasó? –se inclinó sobre ella, como no reaccionó la levantó en brazos y delicadamente la colocó sobre la cama. Él se sentó a un lado y la acunó en sus fuertes brazos, pronto ella volvió en sí, en cuanto lo vio estalló en llanto nuevamente, con una mano se aferró a él y con la otra apretó con fuerza las viejas marionetas.

–Patty, ¿qué pasa?, ¿por qué estás así? Martha dice que discutiste con Alexander.

–Ay Tom –dijo la mujer entre sollozos–, es que… Alexander… quiere… enlistarse en el ejército… sabe que nuestro país entrará pronto en la guerra y… Tom, Tom… no puedo pasar por esto otra vez… no puedo, no puedo… mi hijo… es, es todo lo que queda de… él… –se aferró con más fuerza de su esposo.

Tom por primera vez en mucho tiempo, no supo que decir y se limitó a abrazar a su esposa. Pronto se volvió a quedar dormida, con cuidado la acomodó de nuevo en la cama y bajó a cenar. Martha y Henry ya lo esperaban con la cena servida, los tres comieron en silencio, al terminar Henry le dijo que después le mostraría la información del programa de agronomía de la Universidad Purdue al que quería inscribirse. Tom asintió y le dijo a su hijo que otro día con gusto lo vería, le pidió a Martha que le subiera a Patty un plato con sopa y un té, a ambos les dijo que se retiraran a sus habitaciones y se sentó a esperar a Alexander.

Ya había caído la noche cuando escuchó los pasos de un caballo aproximarse, oyó como se dirigía al establo y después de un momento, los pasos firmes de su hijo en el porche. La puerta se abrió para dar paso a un alto y fornido muchacho de cabello castaño oscuro y los mismos ojos color chocolate de su madre, cubiertos con un grueso par de anteojos. Alexander se acercó a Tom y lo saludó con un beso en la mejilla, como acostumbraba.

–Hijo siéntate por favor –pidió Tom.

El joven obedeció pero se veía claramente que estaba incómodo bajo la mirada escrutadora de aquel que siempre había llamado papá.

–¿Es cierto lo que me cuenta tu mamá?, ¿quieres enlistarte en el ejército? –preguntó

–Así es… papá –respondió.

–¿Por qué?, ¿no estás contento aquí?

–No es eso papá, siento que es algo que tengo que hacer, para –hizo una pausa–, para honrar la memoria de… mi padre –bajó la mirada.

–Como hombre te entiendo perfectamente hijo. Pero por favor, no le causes esa tristeza tan grande a tu madre, ella ya perdió a un ser amado; si te llegara a perder a ti también, no lo resistiría, y yo tampoco –agregó Tom con voz triste–. Piensa en tu tío Archie y en los abuelos Cornwell… ellos también han sufrido mucho, tú eres una de sus mayores alegrías.

–Papá… por favor. De verdad, tengo que hacerlo, además aún no entramos en guerra, al principio solo estaría entrenando. Además, ya no soy ningún niño, ya tengo veinticuatro años, puedo tomar esta decisión.

–¿Qué hay de Alice? –preguntó Tom, refiriéndose a la novia de Alexander, una linda chica que había conocido en la universidad– ¿Qué opina ella?

–Ella no lo sabe todavía, pensé en marcharme y enviarle una carta, tal vez así no sufra tanto –dijo en voz queda.

–No por favor, no hagas eso. –dijo Tom alarmado–. Tienes razón, eres un hombre adulto y eres libre de tomar tus decisiones, pero por lo que más quieras, no te vayas sin despedirte. Eso… eso rompió el corazón de tu madre en el pasado.

Alexander bajó la mirada. –No lo sabía.

–Muy bien hijo, si en verdad decides enrolarte, por favor avísanos cuando te vayas y escríbenos siempre. ¿De acuerdo?

–Sí papá, gracias por comprender –dijo mientras se echaba a sus brazos como cuando era un niño pequeño.

Mientras tanto, Patty en su dormitorio recordaba los sucesos de hacía casi veinticinco años...

Aquí está el link al siguiente capítulo
http://www.candybrujasandrew.com/t2923-el-pasado-regresa-2o-capitulo#26187

por Invitado Mar Sep 16, 2014 7:38 pm

Así que espero la continuación de la historia de los ornitorrincos.

por LizvetArdray Miér Sep 17, 2014 10:08 pm

Ohhhh Ahora entiendo... que lindo!!! es un retrofic!! Sí está excelente!!!

por Invitado Sáb Sep 20, 2014 1:39 pm

Aaaaayyyyy... Está bueniiiiiiiiiisimooooo! Salió a su papuchi el Alex!

Continúo!

por **Soraya De Andrew** Sáb Sep 20, 2014 9:37 pm

Tom y Patty. me encanta la idea como ese hijo recuerdo de un gran amor.

por **Blackcat** Dom Sep 21, 2014 2:27 am

Me quede asi. :O

Te sigo...

por Invitado Dom Sep 21, 2014 3:25 pm

Gracias por sus comentarios chicas

por Invitado Dom Sep 21, 2014 6:53 pm

wow ¡grandioso inicio! Me dejaste picadísima. Voy al siguiente. Pero tu idea me parece original y super bien desarrollada. Felicidades Aplausos

por **Armoniosita Andrew** Mar Sep 23, 2014 8:13 am

Del principio a fin me emocione vivo retrato de stear

por Invitado Mar Sep 23, 2014 8:05 pm

excelente inicio!!!! (:

por Invitado Miér Sep 24, 2014 12:51 am

Me encanta que hay un pedacito ya pedazote de Stear ! y la relación con Tom...ya mejor voy por el que sigue !
Observación

por Invitado Jue Sep 25, 2014 11:59 pm

tuve un ataque al corazón cuando leí. ..y luego recordé que había leído el resto. ..jejejejeje! Un abrazote enorme!

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